"Rogue One" es sin lugar a dudas, lo mejor de "Star Wars" bajo la era Disney. Estrenada un 13 de diciembre del 2016, representó un aire fresco luego de que muchos consideraran que "El Despertar de la Fuerza" estrenada un año antes no logró las expectativas.
"Rogue One" funciona por varias cosas: la primera de ellas es que su director Gareth Edwards, respeta el canon original. Aquí no hay huecos ni vacíos en la narrativa. Sabemos lo que se quiere contar, de lo cual se sabía muy poco. Unos rebeldes lograron conseguir los planos de La Estrella de la Muerte. Bajo esa premisa se trabaja todo lo demás.
Siempre se había contemplado que nadie sobreviviera, el final emotivo con Cassian y Jyn abrazándose mientras el final se avecina es épico. No fue fácil lograr esto, ya que la película sufrió varios cambios e incluso hubo que filmar durante meses previos al estreno algunas escenas extras. La versión del director entregada a Lucasfilm parecía una película de guerra convencional, así que había que meterle más "Star Wars" en la mezcla. Así se realiza esa famosa escena de Darth Vader en el pasillo: el resto es historia.
Hablando de Vader, ese también es su principal éxito. En diez años, era la primera vez que veíamos a Vader haciendo lo que sabe hacer mejor. Sin lugar a dudas, es el Vader más salvaje mostrado en el cine hasta ese entonces. Tampoco podemos obviar el regreso de Grand Moff Tarkin.
Las batallas espaciales, los momentos emocionales entre Jyn y Galen, el fin de Saw, K2 y muchos otros momentos excepcionales: "Soy Uno Con La Fuerza, La Fuerza está conmigo".
Tal fue el éxito de "Rogue One" que inspira y construye lo que será la popular serie de "Andor" años después.
Definitivo se convertirá en una clásico para las generaciones venideras.
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