Influenciado por el cine japonés de Akira Kurosawa, George Lucas originalmente quería a Toshiro Mifune como Ben (Obi-Wan) Kenobi.
Sin embargo, el estudio Fox ya tenía un contrato con Alec Guinness, por tanto, no le quedó más remedio a Lucas que quedarse con el ganador del Oscar.
Guinness no estaba muy contento por el guion, pero ya tenía un acuerdo con la Fox.
Al final la relación entre Alec y Lucas fue muy buena, pese a que el galardonado actor inglés no estaba muy seguro de la película.
Lucas le había asignado un 1% de las ganancias de Star Wars pero le gustó mucho la actitud de Sir Alec que se las subió a 1.5%
Guinness reconocería que estos dividendos le darían lo suficiente para vivir bien el resto de su vida.