El reciente reestreno en cines de "Episodio I: La Amenaza Fantasma" trajo muchos recuerdos.
Episodio I tiene la particularidad que fue la primera película de Star Wars en 14 años, si no tomamos en cuenta las Ediciones Especiales de la Trilogía Original.
En 1999, las expectativas eran muy altas. Las "Ediciones Especiales" habían calmado la sed por un rato pero todos queríamos ver cosas nuevas.
Meses de espera con rumores y algunas cosas que al final resultaron ciertas.
Debuta el trailer "Toda Saga tiene un comienzo", "¿Te refieres a la profecía de aquel que traerá el balance de la Fuerza?". Qui-Gon Jinn, Mace Windu, Darth Maul, Palpatine y por supuesto un muy jovencito Anakin que saluda a quien sería su mentor: Obi-Wan Kenobi
Llegado el momento, filas para ver la película. Sala llena en Estados Unidos, sala llena en Panamá. Filas interminables para ver lo nuevo de "Star Wars".
Más allá de las quejas, que si Jar Jar, que si fue una mala película con efectos visuales sorprendentes, Episodio I tiene su magia, tiene su encanto. Es la más feliz de las precuelas. Aportó Star Wars a toda una nueva generación y a otra nos devolvió la magia.
Y este año tuvimos la oportunidad de volver. Era 1999 de nuevo: salas llenas, no importa que la película estuviera ya en streaming, había que verla en la pantalla grande de nuevo para muchos y por vez primera para otros.
Como sea el caso, Episodio I cumplió su cometido: abrió el paso a una nueva trilogía. Hace 25 años la magia empezaba de nuevo.